Estudiemos primero los actuales acontecimientos:
La Troika está presionando al gobierno de Rajoy para que sanee el sistema financiero. Pero dentro los balances de los bancos se esconden unos desfalcos capaces de hacer quebrar al país si se tienen que recapitalizar con fondos públicos. ¿Es eso lo que busca la Troika? ¿Por qué?
Sí. La razón es que si el gobierno dejara caer a la banca, rescatando solo a los depositantes inyectando el dinero que fuera necesario al Fondo de Garantía de Depósitos, las pérdidas para los bancos acreedores internacionales (principalmente germanos y franceses) serían colosales. En comparación, esto podría dejar la quiebra de Lehman Brothers como una anécdota.
En cambio, si fuerzan a Rajoy para que recapitalice a la banca bajo la amenaza de que el BCE deje de comprar definitivamente deuda pública (llevan 11 semanas sin hacerlo), conseguirán que sean los contribuyentes españoles quienes se carguen con el terrible agujero de la banca española. Es necesario apuntar aquí que son los acreedores, accionistas y bonistas que asumían un riesgo a cambio de una rentabilidad quienes deberían asumir las pérdidas, y nunca los contribuyentes españoles.
La consecuencia de las emisiones extraordinarias de deuda pública destinadas a recapitalizar la banca sería también la pérdida de acceso al mercado (=prima de riesgo disparada), con lo que se forzaría a España a que aceptara el rescate mediante el EFSF, justo eso a lo que Rajoy se opone con tanta fuerza.
Un "rescate" con el EFSF tiene la virtud de ir refinanciando la deuda pública emitida en moneda soberana (emitida ahora euros, pero que mañana se podría devolver en neopesetas) por unos créditos en euros según la "english law". La diferencia es capital.
Si nos salimos del euro, la deuda pública se podría devolver con Nuevas Pesetas recién imprimidas por el Banco de España, pero si hemos padecido primero un rescate del EFSF, los créditos se deberán devolver en moneda extranjera (euros o la moneda sintética heredera creada para saldar las deudas pendientes) con lo que el esfuerzo a realizar sería terrible.
Así que en estas está Rajoy. Debe decidir entre estas dos alternativas:
- A) Sucumbir al atraco al pueblo español por parte de los acreedores internacionales (los "mercados" representados por la Troika) a cambio de ganar unos meses más en el poder, aunque la situación para los españoles no hará más que seguir empeorando.
B) Negarse a recapitalizar a la banca con nuestros futuros impuestos y perder como castigo el acceso al mercado de deuda pública (=suspensión de pagos del estado, corralito y salida del Euro).
La opción B es la que no tomará porque supondría la desaparición del PP de mapa político durante un par de lustros, por ser visto como el partido que devolvió al país a la dura realidad en la que no quería despertar.