El Blog Salmón escribió:
Esto es lo que propone Podemos en su programa. Y estas serían las consecuencias.
Alejandro Nieto González
La irrupción con fuerza de Podemos en el mapa electoral español ha sido una sorpresa. Un partido que hace unos meses ni existía se ha convertido en la cuarta fuerza política de España y en la tercera en algunos sitios como la Comunidad de Madrid. El descontento social que hay en nuestro país por fin ha logrado canalizarse a través de una iniciativa nueva, sin los lastres del pasado.
Vamos a analizar las propuestas económicas de Podemos. Hay que recordar que su programa electoral era para unas elecciones europeas, pero aún así se vislumbra con claridad lo que pretenderían hacer en un parlamento autonómico.
Propuestas de Podemos
Las propuestas de Podemos son sencillas y no muy largas. Su mensaje es claro y quizá por eso ha tenido tanto éxito. Lo que encabeza el programa es su propuesta laboral: jornada de 35 horas semanales; jubilación a los 60 años; derogación de las últimas reformas laborales y prohibición de despidos en las empresas con beneficios; eliminación de las empresas de Trabajo Temporal; incremento del SMI; salario máximo vinculado al SMI.
Mientras haya poco empleo, estas medidas sirven para repartir el trabajo y para facilitar el empleo jóven a costa de jubilar antes a los trabajadores. Puede ser algo más cara una pensión que un subsidio de desempleo, pero el balance seguro que es positivo en términos sociales.
El salario mínimo más elevado hace menos competitivas a nuestras empresas, mientras que el máximo limitado puede provocar que únicamente Pablo Isla se vaya al extranjero, puesto que los altos directivos que cobran sumas exorbitadas de nuestras empresas tienen bastante poco de meritocracia (por decirlo suavemente).
La medida de subir el salario mínimo sólo se podría hacer de manera apreciable desde fuera de la eurozona, de modo que la devaluación de nuestra moneda lo compensara en parte. El resto de salarios no mínimos sí que serían devaluados con la ruptura del euro, de modo que ganaría en equidad social a la vez que se gana competitividad.
La segunda propuesta es de una auditoría de la deuda e impago de la parte ilegítima. Esto se haría derogando el artículo 135 de la Constitución, el pactado entre PSOE y PP que impide el impago de la deuda española.
Esto es muy complicado, aunque no digo que sea imposible. Mucho más sencillo es pagar toda la deuda contraída mediante la impresora de dinero, y que les den por saco a los tenedores de deuda, que son básicamente los bancos españoles que habría que dejar caer para luego nacionalizar. Ya se ha hecho en Islandia con resultados notables.
Quien dice "la deuda pública sería impagable fuera del euro porque se encarecería", no entiende la diferencia entre "emitir deuda soberana" y "pedir un crédito al extranjero". En el primer caso, los bonos se pagan en el país emisor y en la moneda soberana (un euro español, o neopeseta), mientras que en el segundo caso hay que pagar en el país del prestamista y en la moneda pactada.
Cosa muy distinta es la deuda privada con el exterior, básicamente contraída por nuestra banca para concedernos hipotecas, que sí se haría impagable. A quebrar y que palmen pasta los locos codiciosos (=bancos alemanes) que prestaron a los bancos españoles.
Los siguientes puntos tratan sobre el sistema financiero. Proponen cambios en el BCE, convirtiendo la institución en un organismo político que tenga como objetivo la creación de empleo y la compra directa de deuda a los Estados. También proponen la creación de una agencia de rating europea y que el ICO, el SAREB y el FROB financien directamente a empresas y ciudadanos.
Todas estas propuestas son retóricas, pues todos sabemos que no cederán desde Europa. Pero hay que ponerlo en el programa, porque de lo contrario te llaman antisistema, euroescéptico, populista peligroso, etc.
A partir de ahí las propuestas son más heterogéneas: recuperación del control público de ciertos sectores estratégicos; intercambio de información fiscal en Europa; obligación de las empresas a presentar resultados por países y divisiones; persecución del delito fiscal; nueva política fiscal (mencionan las SICAV y recuperar el IVA del lujo); inversión pública en I+D; renta básica universal.
Estas propuestas que resume Alejandro como "heterogéneas" son verdaderas maravillas con gran poder disruptor sobre la desigual distribución de riqueza. A quien escribe el artículo no le interesa debatir estas propuestas porque no tiene réplica.
Nacionalizar las empresas energéticas nos ahorraría decenas de miles de millones de euros (el déficit de tarifa). La obligación de presentar resultados por países y divisiones dificultaría el uso de los paraísos fiscales. Aumentar los medios de los inspectores de hacienda en lugar de reducirlos sería una medida esencial para que paguen quienes más tienen.
No obstante, una política fiscal justa solo es posible con control de capitales que impidan la competencia fiscal. Y esto solo se puede lograr, no ya desde fuera de la eurozona, sino desde fuera de la unión Europea. La UE ha sido concebida con premisas neoliberales, que incluyen el libre comercio, la libre circulación de capitales y la competencia fiscal entre estados.
Consecuencias del programa de Podemos
¿Qué pasaría si aplicáramos todas esas medidas a España y Europa? Esa es la gran pregunta, y aunque es difícil ser adivino podemos extrapolar experiencias pasadas para ver las consecuencias que tendría en el futuro.
Lo primero, algunas de las propuestas son buenas, como la persecución del delito fiscal, intercambio de información fiscal o inversión pública en I+D. Otra cosa es que tengan un impacto real e importante en nuestra sociedad. Sin embargo Podemos sí que tiene medidas que tendrían un gran efecto en nuestra sociedad.
La parte laboral es importante. Estas medidas limitarían seriamente la libertad de las empresas en España y seguramente generarían mucho desempleo. Impedir despidos en empresas con beneficios las convertiría en poco flexibles en un entorno muy competitivo. La jubilación a los 60 años suena muy bien pero hay que pagarlo (y no hay dinero para ello). Eliminar las empresas de trabajo temporal en un país que vive del turismo es una locura. Incrementar el SMI mucho con el paro que tenemos es relegar a millones de personas al desempleo permanente, y limitar los salarios máximos a todas las empresas (no sólo a las que hayan recibido ayudas) es una buena forma de espantar al talento a sitios donde paguen mejor. La jornada de 35 horas se podría asumir si nuestra productividad fuera mayor.
En efecto, parte de la crítica está justificada mientras estemos en la eurozona. Por ello el programa de Podemos solo se puede desarrollar plenamente con soberanía económica, eufemismo que implica la salida de la UE.
Sinceramente, estas medidas laborales me parecen un desastre. Ya tenemos un sistema laboral muy inflexible que hace que las empresas en problemas en lugar de reordenar su capacidad quiebren sin remedio y este modelo lo exacerbaría. Ni siquiera habría trabajo temporal que es el único que se crea en España. Nuestro modelo es muy malo, dual, pero cortarlo por abajo me parece una locura. En unas condiciones así ninguna empresa se atrevería contratar a trabajadores y tener que esperar a tener pérdidas para despedir es condenar a las empresas a la muerte.
Lo que hace que las empresas no contraten a trabajadores no son las condiciones laborales, sino el no tener demanda para sus servicios o productos. Los economistas progresistas proponen políticas de demanda para favorecer la economía de quienes consumen.
Los economistas neoliberales abogan por políticas de oferta, es decir, que los costes de las empresas sean más bajos para que sus productos sean muy baratos, y así venderlos sobre todo al extranjero, puesto que los trabajadores empobrecidos no consumen. Justo el modelo de desarrollo chino.
En el ámbito del impago de deuda, estaríamos condenándonos a un recorte brutal de servicios. Ahora mismo el Estado se endeuda día a día para hacer frente a sus compromisos. Si hacemos un impago (por muy selectivo que sea) de deuda, dejarían de prestarnos dinero. Y nosotros de pagar pensiones, sanidad, educación, sueldos públicos... ya que esas son las mayores partidas de gasto. Si los recortes de los últimos años nos han parecido brutales, imaginaos un recorte aún mayor y de un día para otro.
Esto no es así. Bastaría con aplicar la solución de Estados Unidos, Japón y de muchos otros países: el Banco Central nacional compra la deuda al estado. El problema colateral sería la devaluación de la moneda y la inflación. Pero durante unos años, a las economías endeudadas les viene muy bien la pérdida de valor real del dinero como forma de desapalancamiento, y como forma de ganar competitividad sin sufrimiento en forma de paro para los ciudadanos.
A medio plazo, el equilibrio financiero del estado se obtendría con una fiscalidad justa sobre las grandes empresas y los grandes patrimonios. Dinero hay de sobra para financiar el estado, lo que pasa es que el sistema actual ha sido diseñado para impedir que los estados toquen esos dineros.
Los cambios propuestos para el BCE son una locura. Cuando un país interviene a su banco central y le hace comprar deuda de forma ilimitada la inflación se dispara y la gente lo pasa muy mal. De hecho la separación entre el Estado y el Banco Central se hizo en todo el mundo para evitar que se repitieran estos eventos. Otro tema es que el BCE tenga en sus objetivos el empleo, eso me parece bien aunque requeriría una mayor integración política de Europa.
La gente no lo pasa muy mal porque haya mucha inflación, sino porque están en paro. La inflación elevada es en muchos casos un mal menor que lo que se soluciona monetizando deuda del estado por parte del banco central. Y como decía antes, la inflación elevada puede ser buena durante un cierto tiempo.
Lo de la banca pública llueve sobre mojado. Ya teníamos una banca pública financiando empresas y personas. Se llamaban Cajas de Ahorros y casi se cargan el país por su quiebra debido a la morosidad generada por políticos controlando estas Cajas. Mejor no volver a experimentar con el tema. Si la banca ahora mismo no financia es porque su objetivo no es financiar todo sino sólo lo viable.
El problema no es de banca pública o privada, puesto que ambos lo han hecho terriblemente mal. El problema ha estado en la desregulación y en la corrupción.
La banca pública cumple funciones distintas a las de la banca privada, por no hablar de que el beneficio de crear dinero no se lo llevan unos accionistas particulares sino el conjunto de los ciudadanos.
Podemos, irreal en sus propuestas
Estoy muy de acuerdo en que los partidos tradicionales han fracasado. Y Podemos ha hecho un trabajo magnífico en canalizar este descontento y lograr ser una fuerza tan importante con unos medios bastante ridículos. Sin embargo las medidas que proponen me parecen similares a las que dicen los grandes partidos: un brindis al sol.
¿Similares, en qué? No hay argumentación. No puede ser similar quien defiende que las energéticas contraten a expresidentes y exministros en sus consejos de administración, que quien propone nacionalizar el sector. En Francia, la principal empresa energética (EDF) es en un 85% estatal, así que no hay que irse a Venezuela para buscar ejemplos.
La situación económica es complicada y los medios son limitados. Todos los partidos se presentan con unos programas irrealizables y me gustaría que una opción nueva, llena de vitalidad, en lugar de asumir postulados irrealizables fuera realista y dijera: hay dinero para esto, vamos a priorizar esto y aquello y reformar aquí y allí. Pero no lo han hecho.
Resumiendo, no hay dinero para cumplir el programa tan interesante de Podemos, por lo tanto es más de lo mismo. Esa parece ser la tesis tan trabajada de Alejandro Nieto González. Supongo que el Android se le dará mejor.