Esta es una vieja noticia que me pasó desapercibida en su día, pero que sigue vigente. Consiste en que los últimos gobiernos, para que no quiebren más inmobiliarias, les están permitiendo hacer fraude contable al no exigir valorar sus activos al precio real de mercado.
Así, el retraso de la quiebra de las inmobiliarias que quedan en pie, retrasa también las quiebras de los bancos acreedores. Esta fue una medida temporal aprobada en 2008, pero que se ha prorrogado en 2010 y en 2012, la última por de Guindos.
A los bancos se les exige una provisión importante por cada piso en su activo, pero la renovación de los créditos con inmobiliarias quebradas no resulta tan costoso y se debe escapar al control europeo.
http://www.libremercado.com/2012-02-09/ ... 276449454/