Está claro que Grecia ha entrado en el círculo de las profecías autocumplientes y ya es imposible, salvo milagro, que pueda evitar la salida del Euro incluso antes de las nuevas elecciones del 17 de junio.La incertidumbre política y el miedo a la salida de Grecia de la Eurozona ha acelerado el deterioro de la economía, que está cerca del colapso.
La combinación del ascenso de la economía sumergida, junto con la congelación de los pagos está desintegrando la recaudación de impuestos, que se ha reducido en un 20% desde las elecciones de mayo.
Mientras tanto, el gobierno ha suspendido los pagos a los suministradores ante la posible negativa de la Troika a liberar el siguiente tramo de las ayudas europeas.
Los bancos han cortado el crédito incluso a las empresas más solventes, viendo que en los últimos 20 días han perdido 2.500 millones en depósitos.
Ante el temor a los impagos, los negocios prefieren no vender si no se hacen los pagos al contado.
Muchos clientes extranjeros han dejado de realizar pedidos a empresas griegas ante el temor de la quiebra de las mismas, o a la espera de que los productos cuesten menos cuando se vendan en Dracmas.
Los suministradores extranjeros se niegan a mandar mercancías a Grecia si no son pagadas en metálico o con la garantía de bancos extranjeros (ya no se fían de los bancos griegos).
En cuanto se decrete el corralito en Grecia el pánico se extenderá a los demás países periféricos. Esto se acaba señores, por suerte.
Os dejo con el artículo original en inglés:
http://www.ekathimerini.com/4dcgi/_w_ar ... 012_444134